Aprende a identificar el activo no circulante (Guía para emprendedores)

Si eres emprendedor o dueño de negocio, sabes que llevar las finanzas y la contabilidad no es fácil. Para dominar este tema, necesitas comprender algunos términos de contabilidad básica como el activo no circulante.

¿Qué es el activo no circulante?

El activo no circulante dentro de una empresa es el conjunto de bienes tangibles e intangibles, que no están destinados a convertirse en efectivo en el corto plazo (dentro de un plazo de 1 año) y son activos esenciales para el funcionamiento de la empresa.

En pocas palabras, un activo no circulante es un bien que tiene tiempo de pertenencia en la empresa mayor a 1 año y que es básico para que la empresa pueda operar.

Fundamento legal del activo no circulante

Los activos son regulados por las Normas de Información Financiera, y según la NIF A-5, los activos no circulantes forman parte de los activos a largo plazo. Mientras que la NIF B-6, menciona que los activos deben ser clasificados por circulantes y no circulantes.

Diferencias entre activo circulante y activo no circulante

Criterio	Activo circulante	Activo no circulante
Definición	Bienes y derechos que se convierten en efectivo, se venden o consumen en corto plazo (menos de 1 año).	Bienes y derechos que permanecen en la empresa por más de un año.
Plazo de recuperación	Corto plazo, menos de 12 meses.	Largo plazo, mayor a 1 año.
Objetivo	Mantener la operación diaria del negocio.	Apoyar la operación y crecimiento a largo plazo.
Liquidez	Alta	Baja
Sección en el balance general	Parte superior del activo.	Después del activo circulante.
Ejemplos	Saldo en bancos, facturas por cobrar, inventario disponible.	Mobiliario de oficina, equipo de cómputo, licencias de software.

Una correcta clasificación de los activos es fundamental para evaluar la liquidez y rentabilidad financiera de una empresa. Un negocio sano financieramente tiene un equilibrio entre los distintos tipos de activos.

Características de un activo no circulante

Cuentas del activo no circulante

Dentro de los estados financieros contables, principalmente en el balance general, pueden aparecer las distintas cuentas que forman parte del activo no circulante:

Propiedades

Estos activos son sensibles a la depreciación fiscal y pueden deducirse según el art. 31 de la LISR por medio de los porcentajes máximos autorizados. Estos incluyen:

• Terrenos.
• Edificios.
• Máquinas.
• Mobiliario y equipo de oficina.
• Vehículos.

Activos intangibles

Son bienes o derechos que no son físicos, pero que aportan valor a la empresa y pueden amortizarse conforme a la NIF C-8. Algunos ejemplos son:

• Patentes.
• Licencia de software.
• Marcas registradas.
• Derechos de autor.

Inversiones permanentes

Son inversiones que se realizan a largo plazo y que no se piensan vender a corto plazo, como:

• Acciones en otras empresas.
• Fondo de pensiones.
• Bonos a largo plazo.
• Valores adquiridos a largo plazo.

Cargos diferidos

Son los gastos y beneficios de las empresas que se reflejan en más de un periodo contable. Ejemplos:

• Primas de seguros.
• Gastos preoperativos.
• Seguro de gastos médicos.

Importancia del activo no circulante

Registrar de manera correcta los activos dentro del estado de situación financiera o balance general puede traer distintos beneficios para la empresa, como:

• Saber el verdadero valor financiero de la empresa.
• Cumplir con obligaciones fiscales.
• Realizar deducciones y exenciones fiscales.
• Si deseas pedir préstamos o financiamientos, al tener valuada tu empresa el proceso será mucho más sencillo.

Deducciones sobre los activos no circulantes

Activo no circulante	Porcentaje %  máximo de deducción
Edificios	5%
Mobiliario y equipo de oficina	10%
Maquinaria y equipo	10% – 25%
Equipo de transporte	25%
Equipo de cómputo	30%
Software o licencias	30%
Herramienta	35%

Para deducir un activo no circulante, según los art. 31- 32 de la LISR, primeramente se deben cumplir con estos requisitos para que la deducción sea válida ante el SAT:

• Comprobar la compra con un CFDI válido.
• Usar el bien en la actividad del negocio.
• Registrar el activo en la contabilidad.
• Iniciar su deducción en el ejercicio en que se utilice por primera vez.
• No rebasar el porcentaje fiscal autorizado.

Ahora que sabes cuánto son los porcentajes máximos y requisitos para deducir, podrás optimizar el pago de tus impuestos ante el SAT, siempre con ayuda de un contador.

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